En una reunión de Labor Parlamentaria entre los jefes de bloque del Senado y la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, se acordó una suerte de “empate técnico”: se tratará un proyecto del gobierno (la Boleta Única de Papel para las próximas elecciones) y un proyecto de la “oposición” (el blindaje del presupuesto universitario).
El tratamiento del DNU con el presupuesto de la SIDE quedará para otra oportunidad, probablemente para la semana próxima.
Es que en realidad, la “oposición” no lo es tanto.
El peronismo, es sus distintas variantes opositoras insiste con derrumbar el DNU de la SIDE, pero el radicalismo está en una crisis existencial: algunos días es opositor, otros acuerdista, otros simplemente vota dividido. Complejo dilema. Un psicólogo allá.
Boleta Única de Papel
El objetivo es devolver la iniciativa en segunda revisión a la Cámara de Diputados lo más rápido que se pueda porque perderá estado parlamentario el último día de febrero próximo. Se trata de un cambio institucional de relevancia en cuanto al sistema electoral que, en principio, adoptaría el modelo mendocino antes que el cordobés.
Ambas provincias ya tienen experiencia de varios comicios con mejoras notables respecto a las tradicionales “sábanas” y significativo ahorros en tiempo y dinero. Pero también con problemas evidentes como los que se pusieron de manifiesto en Córdoba con la superposición de casilleros para marcar.
En una de sus crisis existenciales, los radicales tuvieron el proyecto en riesgo en los últimos 10 días, a pesar de haber sido parte del entendimiento inicial para destrabar la iniciativa y luego dudaron. Ya no sorprende. Menos si las dudas no eran por cuestiones técnicas, sino por dinero.
La pelea por la compensación de cajas jubilatorias no transferidas a Nación -13 distritos en esta situación- es el motivo principal. La senadora Vigo, sin duda también tiene interés en el tema.
Al tratarse de un tema electoral, el tratamiento de la Boleta Única requiere mayoría absoluta de votos en el recinto -37- (es decir, no importa cuántos senadores estén presentes) y Villarruel no tiene voto en caso de empate. Crucial desafío para la titular del Senado y para el gobierno porque los números están muy justos.
Universidades
Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el texto en cuestión activa una recomposición de los salarios del personal docente y no docente desde el 1 de diciembre de 2023 y hasta que se sancione la ley, y estima para “el ejercicio vigente un impacto presupuestario de $738.595 millones, equivalentes a 0,14% del PBI”.
La “oposición” descartó los argumentos del oficialismo -los libertarios incluso sugirieron que implicaría un gasto mayor, tras recibir números que aportó el Ministerio de Capital Humano- y dijo que el proyecto representa el mínimo indispensable para el funcionamiento de las universidades. En el recinto podría conseguir los dos tercios de los votos y forzar a Javier Milei a un nuevo veto.
La posición de Vigo
La senadora Alejandra Vigo ratificó que votará a favor de la ley financiamiento de las universidades a través de una publicación en la red social “X”.
“Como ya lo expresé, Argentina no merece que se desfinancie a la universidad pública. La educación superior significa progreso, representa oportunidades, movilidad social y económica, y contribuye a la igualdad”, expresó la senadora del PJ cordobés.
En ese sentido, Vigo confirmó que acompañará a los legisladores opositores que impulsan esta ley que cuenta con la media sanción en la Cámara de Diputados.
La senadora peronista por Córdoba ya había firmado el dictamen favorable en comisión, pero ahora hizo público su voto en el recinto, cuando surgieron dudas sobre la realización de la sesión que estaba acordada para este jueves.