La recesión ya golpea con fuerza a la industria metalúrgica. La carrocera Metalsur, del grupo Marco Polo, anunció la suspensión de 500 trabajadores en la planta de Villa Gobernador Gálvez. La medida será por treinta días y, durante el período, los obreros cobrarán el 80% del salario.
La firma dedicada al carrozado de colectivos, siente el impacto directo de la caída de la actividad económica. En los últimos años, había concentrado la producción de unidades urbanas pero hoy esa demanda se planchó.
En ese contexto, la empresa controlada por capitales brasileños cesó los contratos de unos 140 empleados y avanzó con la suspensión rotativa del personal fijo, que cobrará el 80% cuando no trabaje. El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Donello, señaló que se acordó, además de reducir la cantidad de desvinculaciones, el pago de una gratificación para los obreros a los que no les fue renovado el contrato. También el compromiso de recontratarlos si repunta la actividad.
Pero el titular del sindicato metalúrgico se mostró muy preocupado por la situación. Pequeñas y medianas empresas y los talleres comienzan pararse y a tener problemas con los pagos y la continuidad laboral. En el mismo día en que se conoció la situación en la planta de Marco Polo, el gremio también fue llamado a intervenir por una situación de crisis en una fábrica de bicicletas.
El abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Pablo Cerra, dijo que “se está viendo una situación de bastante turbulencia en el ámbito laboral”, con “cierres intempestivos de empresas” en el último mes, debido al aumento de la capacidad ociosa.
Todas estas crisis que se van presentando son motivo de reclamo ante el Ministerio de Trabajo de la provincia. Donello señaló que se viene trabajando con la cartera laboral para ir conteniendo estas situaciones mediante suspensiones o procedimientos de crisis. “Lamentablemente cinco años después volvemos a recorrer este camino para tener que defender las fuentes de trabajo”, se lamentó el secretario general de la UOM Rosario, quien también reclamó al gobierno provincial que eleve su voz ante la Nación para defender al sector.
El panorama, entiende, podría agravarse en los próximos días. “Si esto sigue así, en marzo no sólo vamos a estar discutiendo paritarias sino también despidos”, advirtió. Uno de los sectores en los que se pone la lupa es en el de línea blanca, muy sensible a la caída del poder de compra y el consumo en el mercado interno.
El viernes pasado, la UOM Firmat participó de una audiencia en el Ministerio de Trabajo para requerir información sobre el futuro de los puestos laborales en la fábrica de cosechadoras Vassalli. Durante el acto central de paro nacional del 24 de enero en Villa Constitución, el gremio metalúrgico de esa ciudad expresó su temor por los empleos en la planta de Acindar. En tanto, hubo desvinculaciones en empresas constructoras orientadas a la obra pública y cesantías en el sector de la educación privada.
El cambio de modelo económico comenzó a golpear en el mercado laboral de la región.
Fuente: La Capital (Rosario).