Jesús María.
Una de las alumnas del establecimiento educativo se habría expresado en sus redes sociales en relación al debate nacional sobre la legalización del aborto. Desde la institución solicitaron que no lo haga. La reacción fue inmediata y hubo una manifestación en el patio del edificio. La joven “entró llorando al curso” y sus compañeros se movilizaron pidiendo “libertad de expresión”.
El Colegio Nuestra Señora del Huerto protagonizó un hecho inédito en medio del debate nacional por la legalización del aborto.
Una de las alumnas de la institución que pertenecería al cuadro de honor del establecimiento se expresó a favor del proyecto de Ley que debate el Senado de la Nación y las autoridades inmediatamente le llamaron la atención y le pidieron que no lo hiciera.

En medio de esta situación la joven habría ingresado llorando al curso al que concurre y sus compañeros reaccionaron de inmediato improvisando una protesta en el patio del establecimiento y redactando una durísima nota que elevaron a la administración de la institución religiosa.
“La libertad de expresión constituye uno de los derechos de mayor relevancia en el día a día de los ciudadanos argentinos”, reza la misiva.
Los alumnos hicieron relevancia a la Constitución Nacional y a la libertad de expresión que está refrendada en el Artículo 14 de la Carta Magna.
“Repudiamos todo acto de represión ideológica hacia nosotros. COnsideramos que directa o indirectamente buscan suprimir los pensamientos y actos de quienes difieren del pensamiento estructural de la institución, al cual respetamos de una manera excelente y no buscamos modificarlo, ni exigir que dejen de enseñar con dicha moral, lo que necesitamos es que haya libertad de expresión y pensamiento ya que nos sentimos perseguidos en ideologías que muchas veces no compartimos”, continúa la durísima carta.
La carta sigue diciendo: “En muchísimas ocasiones alumnos de esta institución hemos sentido que no podemos hablar, compartir, ni pensar con libertad y respeto porque sufriremos consecuencias que no se merece una persona que simplemente muestra su postura frente a determinada situación sin dañas a nadie”.
“Sentimos que el poder que les otorga el colegio sobre nuestros cuerpos y vida entera es utilizado de una manera que quieren formarnos de tal manera y es condenable salir de esa zona; estamos condicionados por una moral que no siempre nos pertenece y cuando intentamos romperlas en nuestra voda personal solemos recibir amenazas y sanciones. Creemos que el colegio debería educarnos y enseñarnos sus prácticas y creencias, ya sea religiosas, sociales, personales, psicológicas, etc. con total libertad ya que es un lugar privado al que de cierta manera decidimos concurrir”, ahonda la nota que escribieron los chicos.
Y amplía: “Pero también permitirnos ser libres en cuestiones más que nada ideológicas y de expresión sin afectar a ningún tercero ni romper normas que establecen un orden necesario dentro de una comunidad. El colegio podría enseñarnos a ser personas sin imponerse de una manera casi violenta sobre todos nosotros”.
En la nota también se expresa: “Los alumnos estamos cansados de concurrir a un espacio en el que estamos con miedo a la represión ideológica, condicionados, manipulados, extorsionados, sin poder pensar más allá de lo establecido en las sólidas bases de este lugar”.
Así mismo, los alumnos fueron a fondo en sus palabras: “La institución necesita un cambio, al menos en la forma de relacionarse con los alumnos. Ya no estamos en el Siglo XX o en el XIX, las generaciones cambiaron profundamente su modo de pensar y actuar, no podemos estar sumergidos en un lugar que nos vigilan y castigan todo el tiempo. Los jóvenes necesitamos libertad…”.
AUDIOS Alumno del Colegio del Huerto
La nota que enviaron los chicos


