Ganó el Grupo C y cuenta con grandes individualidades que aún no convencen colectivamente. Griezman, del Atlético de Madrid, es su gran figura.
Argentina se medirá ante Francia, el sábado a las 11 en Kazán por Octavos de Final. En la previa, pocos pensaban este duelo a esta altura, pero la Selección no pudo ganar su grupo y deberá enfrentarse al rival más fuerte del Grupo C, tras ser segunda en el D.
El equipo de Didier Deschamps no ha encontrado aún su funcionamiento en esta Copa del Mundo. En el primer partido, ganó sobre la hora ante Australia. Luego, derrotó por la mínima a Perú en Ekaterimburgo y cerró con Dinamarca, con el primer 0-0 del certamen con varios cambios.
La experiencia de Lloris en el arco, la dupla central compuesta por estrellas del Real Madrid y Barcelona (Umtiti y Varane) y la constante proyección de los laterales Lucas Hernández y Pavard destacan en la línea defensiva.
En la mitad de la cancha Paul Pogba (Manchester United) es el encargado de la distribución. El equilibrio de Matuidi (Juventus), los relevos de Kanté (Chelsea) y la calidad de Mbappé (PSG) que muchas veces se une a la línea delantera, se unen al talento de Griezmann (Atlético de Madrid) y el robusto Giroud (Chelsea).
Como opciones pueden aparecer en la media cancha el todo terreno, Tolisso (Bayern) y en la ofensiva Dembelé, compañero de Messi en Barcelona, alguna vez señalado como el reemplazo de Neymar Jr.
El contraataque, por la velocidad de su jugadores, es una de las armas principales. Tiene buen juego aéreo y un mediocampo con mucha dinámica y despliegue al servicio de la recuperación.
En duda, está su carácter. Es un equipo que llega presionado al Mundial por la cantidad de nombres que aún no encuentran funcionamiento colectivo.