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Argentina dio un paso atrás en sus aspiraciones de pasar a cuartos de final del Mundial de rugby. Su derrota de este sábado en su debut en Tokio contra Francia por 23-21, en duelo en que rozó el milagro, tras ir perdiendo al descanso por 20-3, lo coloca en una situación complicada.
Tras un desastroso primer tiempo, mejoró en el segundo, para llegarse a colocar con ventaja de 21-20 a falta de trece minutos, pero un drop de Maxime López en el 70, acabó con las ilusiones de los Pumas.
En un Grupo C en que Francia, Argentina e Inglaterra, favorito de la llave, se disputan las dos plazas de acceso a cuartos, en una zona que completan Tonga y Estados Unidos, este partido era capital para los Pumas.
En el primer tiempo, Argentina se dedicó a un combate físico, en el que se imponía, mientras que Francia apostaba por la posesión, y una mejor animación, que destruía a los Pumas por las alas.
Esa batalla táctica acabaría dando la victoria a Francia, que con dos tries y doce puntos con el pie del apertura Romain Ntamack, encaminó el partido en el primer tiempo (20-3).
En el segundo tiempo, Argentina ajustó detalles y le dio la vuelta al partido, pero al final el drop de Lopez, en los únicos puntos de los Bleus tras la reanudación, fue decisivo.
Ntamack dispuso en los últimos minutos dispuso de un penal, que no anotó, en su primer error con el pie.
También el fullback argentino Emiliano Boffelli tuvo un penal al final, que también erró, y que habría dado la victoria a Argentina.
El entrenador de Los Pumas, Mario Ledesma, explicó: “En un Mundial, los puntos que se te ofrecen hay que convertirlos. Fue muy buena la reacción en el segundo tiempo, me quedo con eso. Seguiremos trabajando para conseguir la clasificación”.
Argentina y Francia jugaron en 52 ocasiones, con ventaja francesa de 37 a 14, con un empate, aunque en los últimos diez años en ocho juegos están 4 a 4. En Mundiales, Los Pumas ganaron dos veces (ambas en el mundial de Francia 2017) y cayeron en Gales 1999.