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La Marcha Federal por Pan y Trabajo, que se inició es lunes desde distintos puntos del país realiza su cierre en una masiva concentración con acto de cierre en Plaza de Mayo en Buenos Aires.
Allí, en las puertas de la Casa Rosada, militantes de organizaciones sociales y referentes gremiales y de derechos humanos reclaman el tratamiento urgente de cinco leyes “necesarias para los sectores más vulnerables”: la emergencia alimentaria, la urbanización de barrios populares y la suspensión de desalojos, una ley de Agricultura Familiar, una ley de Emergencia en Adicciones y un proyecto para que el 25% de la obra pública sea realizada por cooperativistas.
“Basta de hacernos sentir que esto es un Estado de sitio” dijo Nora Cortiñas, referente de Derechos Humanos, quien además pidió “parar con el ajuste, basta de reprimir al pueblo, de robar a los pobres en beneficio de los ricos”.
“La salud de un pueblo pasa por educación, salud de los ciudadanos y techo” dijo en su momento el premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel: “debemos unirnos en objetivos comunes, partir de los recuerdos y no de la diferencia, esto tiene que ser una acción transformadora porque están violando con la represión y la desocupación los derechos”, agregó.
Diana Sánchez del Frente Darío Santillán, expresó: “Ponemos en agenda la demandas de los más golpeados con el ajuste. Creemos que la energía y el agua son un derecho, pero para ellos es un negocio. Por eso, tenemos que seguir en la lucha, decimos que el camino no es fácil. A este Gobierno claramente no le servimos, por eso hay que construir la unidad y organizar la bronca dejando de lado las diferencias y que realmente construyamos alternativas para pararle la mano a Macri y su gobierno de ricos”.
Entre los principales oradores también estuvieron los titulares de las dos CTA, Pablo Micheli y Hugo Yasky quienes reclamaron al gobierno un cambio de las políticas económicas, apertura de paritarias al tiempo que amenazaron que iniciar paros nacionales si no son escuchados sus reclamos.
Yasky advirtió que “si no hay respuestas, si el Gobierno no escucha y da respuestas a los reclamos de los trabajadores, va a aumentar la conflictividad social”.
Desde el palco montado a espaldas de la Casa Rosada, el diputado calificó a la movilización como una “demostración de dignidad y convicción”, le reclamó al gobierno terminar con el “cepo al salario”, y cuestionó el “tarifazo” a los pequeños productores, pymes y cooperativas. “Hoy empieza la cuenta regresiva al paro nacional”, lanzó Yasky sobre el final de su discurso en el multitudinario acto de cierre.
En la misma sintonía, Micheli aseguró que “más temprano que tarde va a haber un paro nacional”, y remarcó que “o cambia la política económica o va a haber lucha con paro y movilizaciones en todo el país”.
Al hablar en la Plaza de Mayo, Micheli indicó que “hay que pensar en la Patria y en nuestro pueblo sin perder identidad”. “La diversidad nos tiene que dar la madurez suficiente, las diferencias las discutimos en la calle codo a codo”, expresó el dirigente gremial y aseveró que “o hay unidad y vencemos o hay desunión y nos derrotan”.
En ese sentido, sostuvo que “hay que construir unidad con inteligencia, ayudando a nuestro pueblo”. Micheli resaltó también “el esfuerzo de quienes están marchando desde las distintas provincias de nuestra Patria”.
Asimismo, el gremialista hizo referencia a declaraciones del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que señaló que la marcha tenía “tintes políticas e ideológicas”, y destacó: “Sí, señor Ministro, los trabajadores tenemos ideología, no somos un recurso humano como usted cree, no queremos ajuste, nuestra ideología es la lucha”.
Con una asistencia que colmó la Plaza de Mayo y las zonas aledañas, la marcha mostró a un sindicalismo unido. La movilización contó con el apoyo y participación de la Corriente Federal de los Trabajadores y algunos de la CGT, entre ellos Camioneros, Bancarios, la UOCRA capital y los trabajadores ladrilleros.
Fuente: La Nueva Mañana.