Economía
El correr de las horas recalentó las negociaciones entre el Gobierno nacional, la CGT y los empresarios para pagarles a los trabajadores del sector privado un bono extraordinario de cinco mil pesos, un monto que apenas alcanzará para compensar el 12 por ciento de lo perdido por los salarios promedio en el último año.
El sueldo promedio de la Argentina fue de 26.164 pesos de bolsillo en septiembre, según el último dato disponible de la Secretaría de Trabajo. Con el aguinaldo, el ingreso anual promedio de un asalariado del sector privado fue de 340.132 pesos. A ese monto se llegó con una paritaria promedio del 25 por ciento de aumento.
La inflación interanual de septiembre fue del 40,5 por ciento. Es decir que los salarios perdieron hasta entonces 15,5 puntos. Si los salarios hubieran empatado la inflación, el ingreso anual neto promedio tendría que haber sido de 381.056.
Eso significa que un argentino con un salario de 26.164 pesos (el promedio nacional) dejó de percibir 40.924 pesos a lo largo del año hasta septiembre. El bono, entonces, vendría a compensar sólo el 12,22 por ciento de lo perdido.
La magnitud del resarcimiento propuesto no se condice con la enorme polémica que se suscitó ayer entre gremios y empresarios.
El compromiso que asumió el Gobierno ante la cúpula de la central obrera de otorgar, por decreto, un bono de cinco mil pesos no remunerativo (por pagarse una mitad en noviembre y la otra en enero) se encontró con los reparos de los industriales, quienes ayer advirtieron que más de seis de cada 10 empresarios no podrán afrontar ese pago.
Los condicionamientos los expresó el presidente de Apyme, Humberto Spaccesi, quien representa a la parte empresarial en la mesa que se conformó para darle forma al decreto.
“Cualquier intento que uno pueda hacer tiene como limitante cómo pago, cómo financio esto, cuando la mayoría del empleo en la Argentina es empleo Pyme y el acceso al crédito hoy está limitado por las tasas de interés”, planteó.
Spaccesi remarcó que los principales puntos de la contrapropuesta empresarial son ampliar el número de cuotas para pagar el bono a tres o cuatro y facilitar, para las firmas que no cuenten con el capital suficiente, una línea de crédito blando para “atenuar el impacto financiero de las tasas de interés realmente inabordables”.
“Esto hay que mirarlo con realismo, con prudencia. No se puede tapar el cielo con las manos. Ayer (martes) se vieron los números dados por el Indec de caída de la actividad industrial. Más del 11 por ciento de contracción. Entonces, todo esto tiene que ser mirado con realismo. Acá no es uno contra otros, sino tratar entre todos de trabajar esta situación, pero mirando que yo no voy a conseguir consumo si no hay empresas que estén en condiciones de pagarlo (al bono)”, amplió.
https://www.youtube.com/watch?v=S1EWnmzKk5k&feature=youtu.be