Buenos Aires.
La Conmebol decidió pasadas las 19.15 del sábado suspender el partido revancha entre River y Boca, por la final de la Copa Libertadores, debido a la escalada de incidentes ocurridos en las afueras del “Monumental”, que provocaron lesiones en al menos dos jugadores del “Xeneize”.
Los disturbios se produjeron en medio de una notable ausencia de efectivos para resguardar a los jugadores visitantes. Esa zona estaba a cargo de Prefectura de la Nación, que responde a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
“Por culpa de pocos inadaptados que no entienden que el fútbol es diversión y paz, hay un pacto de caballeros entre los clubes que se desnaturalizó el juego y el otro no quisiera ganar en estas condiciones, el partido pasa para mañana a las 17”, anunció, por su parte, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez ante la prensa.
Previo al anuncio, la Conmebol había reprogramado para las 19:15 de este sábado la Superfinal de la Libertadores. La hora del encuentro estaba previsto para las 17, pero tras los incidentes durante el arribo del colectivo que trasladaba al plantel de Boca, el encuentro fue postergados una hora.
Diez minutos antes del cumplirse la hora, la Confederación volvió a cambiar el horario a las 19.15.Mientras tanto, Pablo Pérez, capitán y uno de los futbolistas titulares de Boca, y el juvenil Gonzalo Lamardo eran trasladados a una clínica para ser asistidos por las heridas sufridas tras los violentos incidentes registrados en la previa de la Superfinal.
Durante gran parte de la tarde, la Conmebol insistió en concretar el encuentro deportivo a pesar de la oposición de los dirigentes de los clubes. En un comunicado, la entidad aseguraba que “desde el punto de vista médico no existe una causal para la suspensión del encuentro” que debían disputar River y Boca para definir al ganador de la Copa Libertadores.
“Los jugadores del club Boca Juniors sufrieron lesiones de piel superficiales en miembro superior, miembro inferior, facial y tronco, del mismo modo dos jugadores refirieron lesiones en la córnea, la cual no se pudo confirmar por nuestro cuerpo médico”, señalaba el informe, firmado por cuatro médicos de la Conmebol y elevado al presidente de la entidad, Alejandro Domínguez.
Por su parte, los dirigentes de Boca informaron que la postura del club de la ribera era no jugar la superfinal con River debido a las lesiones de sus futbolistas, entre ellos el capitán Pablo Pérez.
“La postura de Boca es no jugar el partido”, indicó Darío Richarte, vicepresidente tercero de la institución “Xeneize”.
Fuente: La Nueva Mañana