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Si bien en algunas no hay una postura oficial, muchas de las integrantes de las organizaciones que trabajan en defensa de la igualdad de la mujer se manifestaron de acuerdo con el proyecto de Ley que se vota en el Congreso. Consideran que es necesario pensar en quien se ve en la obligación de tener que someterse a un aborto, en general por un contexto social, económico y emocional muy complejo.
En el caso de Sí Mujer, desde la Mesa de Jóvenes de la organización advirtieron que no hay una unanimidad de criterio sobre el tema, pero la mayoría de las integrantes respaldan la iniciativa que pretende legalizar el aborto.
“La Mesa no ha tomado una postura unánime pero la mayoría estamos a favor porque creemosque la mujer tiene derecho a decidir sobre el propio cuerpo, en la actualidad los abortos se realizan pero de forma ilegal y la que está mejor lo hace en un lugar ‘bien’ y la chica pobre, la que no tiene es la que está sufriendo”, apuntó Lourdes Rosales, una de sus representantes.
Sostuvo que aquellos que hablan de salvar “las dos vidas” tienen un punto de vista “egoísta” porque lo piensan desde sus creencias y no poniéndose en el lugar del otro.
Lourdes contó que conoció a muchas mujeres que tuvieron que abortar y otras que aunque querían no pudieron hacerlo, muchas veces por estar inmersas en un contexto de violencia.
La joven dijo además que en Jesús María se practican abortos porque le llegaron testimonios de chicas que se lo practicaron.
Sostuvo además que es muy importante que haya educación sexual en las escuelas como un punto fundamental para abordar seriamente la problemática del aborto.
“Con la educación sexual el tema del aborto no va a ser como se cree, muchos creen que porque se aprueba el aborto van a ir todas a abortar y no es así, porque uno que más o menos sabe cómo es el proceso, no es algo fácil y lindo como para que vaya cualquiera a abortar”, sentenció.
En el caso de Vivas Nos Queremos sí respaldaron en forma institucional la legalización del aborto y pusieron de relevancia la situación de las mujeres que deben someterse a esta práctica de manera infrahumana y aquellas que no pueden hacerlo y quedan al desamparo de la sociedad.