El nuevo orden mundial que se atisba tras la invasión rusa en Ucrania también se extiende a Venezuela, principal aliada de Vladimir Putin en la región, como confirma la reunión en la cumbre de este fin de semana en Caracas entre enviados del presidente Joe Biden y Nicolás Maduro. Un reencuentro diplomático en la cumbre, empujado por la alarma existente por la subida de los precios de los combustibles y que se llevó a cabo por iniciativa del líder revolucionario.
¿Qué fue lo discutido en tan sorprendente viaje? “Una variedad de temas”, señaló ayer Jen Psaki, vocera de la Casa Blanca. “Petróleo y presos”, añadió en petit comité uno de los presentes en la reunión que ha cambiado de forma drástica el escenario político venezolano.
“Tuvimos una reunión respetuosa, cordial, muy diplomática. Las banderas de Estados Unidos y Venezuela se veían bonitas, unidas como deben estar. Estuvimos casi dos horas conversando”, dijo anoche Maduro.