Jesús María.
La falta de recursos, el cierre de clínicas y la sobrecarga del sector público forman parte de algunos de los temas planteados en el cónclave que congregó a representantes de diferentes sectores. Hay una necesidad de trabajar para resolver estos inconvenientes que van en desmedro del servicio que se le presta a la gente.
La Municipalidad de Jesús María fue la anfitriona del II Foro del Sistema de Salud que contó con la participación de destacados profesionales pertenecientes al sector público y al sector privado.
En distintos paneles se plasmaron algunas de las problemáticas que tiene el sistema sanitario y muchas de las demandas datan de varios años sin resolución aparente.
En Jesús María particularmente el municipio lleva adelante algunos programas propios que claramente muestran resultados estadísticos auspiciosos, al menos en el esquema primario de atención.
Pero la grave situación que atraviesan las clínicas en el Norte provincial es una realidad innegable. De hecho en nuestra ciudad hace muy poco tiempo cerró una dedicada a la maternidad.
El mismo titular de Salud de Jesús María, Dr Diego Almada, planteó la escasez de recursos, de oferta, la falta de infraestructura, las fallas en la accesibilidad, el poliempleo de los profesionales del sector y la necesidad de tener una formación continua como parte de algunos ítems expuestos en uno de los paneles.
“Estamos ante viejas deudas y nuevos desafíos que tiene el sector de la salud”, expresó el funcionario.
Por su parte, el titular del Colegio de Farmacéuticos, Germán Daniele también hizo un planteo sobre la situación actual del sector sanitario: “La precariedad laboral de los profesionales de salud, no hay un incentivo para que los profesionales se radiquen en el interior de la provincia, no hay una política en ese sentido que estimule el desarrollo de una actividad sustentable en el interior; entonces tenemos la realidad que es concurrente, que es cómo padece el interior la falta de este servicio esencial”.
Dijo además que muchas clínicas están cerrando porque no existe una “simbiosis” entre el sector público y el privado para intentar contener a esas instituciones. Cada puerta que se cierra no es sólo la pérdida de fuentes laborales, sino que también se dificulta aún más el acceso a la salud para los pacientes.
Aunque no hubo representantes de quienes son los beneficiarios de los servicios de salud, Daniele admitió que ellos, que están en los mostradores de muchas farmacias comunitarias u hospitalarias, receptan las necesidades de la gente.
“Lo que hay que hacer es no meter la basura abajo de la alfombra y tomar en serio esos reclamos de los pacientes y ponernos a trabajar en soluciones en serio”, finalizó el referente de los farmacéuticos.
El encuentro dejó muchos desafíos importantes y requerirá del compromiso político e institucional de los distintos actores que tienen responsabilidad en la prestación del servicio de salud.