Jesús María.
Así lo afirmó el titular del Centro Comercial de Jesús María, Fausto Brandolín, que precisó que en algunos rubros la facturación está un 30% por debajo que hace un año. A través de Fedecom elevaron un pedido para que Afip frene la presión tributaria sobre la actividad. Otro gran problema es que los bancos cobran tasas “usurarias”.
Desde la Federación de Centros Comerciales de Córdoba, que integra a todos los centros comerciales y cámaras de comercio y empresariales de la provincia, se elevó un pedido a las autoridades nacionales para intentar mitigar el efecto arrollador de la crisis sobre la actividad.
Entre algunos de las solicitudes se destacan:
Suspender por 180 días los embargos de cuentas por parte de Afip.
Restablecer el crédito mediante la baja de la tasa de interés.
Reducir los costos laborales no salariales, la posibilidad de pagar cargas sociales vencidas a los 90 días. Esto tiene estrecha relación con el denominado Formulario 931.
El presidente del Centro Comercial de Jesús María, Fausto Brandolín, sostuvo que el sector está viviendo una situación “muy delicada” y es necesario que las autoridades tomen nota de ello.
Las ventas están “muy bajas” y en algunos rubros comerciales la facturación bajó entre un 30 y un 40 por ciento respecto del año pasado.
Para Brandolín esto “compromete seriamente la existencia de muchos comercios y actividades”. Esta situación es denunciada por la institución desde hace varios meses pero el panorama no tiende a mejorar porque el consumo se mantiene en su umbral más bajo.
Sumado a ello, el titular del Centro Comercial también advirtió que si esto persiste podrían correr riesgo algunas fuentes laborales en el sector, que es uno de los que más empleos genera.
“Nosotros como siempre lo que tratamos de ajustar por último es el personal, cerrar algunas sucursales pero van llegando momentos que tenés que apelar a esto para poder mantener la actividad o directamente dejar de cumplirla”, puntualizó de manera contundente.
Usureros
Finalmente, Brandolín hizo referencia a la pérdida de financiamiento de los pequeños y medianos comerciantes dado el altísimo valor de las tasas de interés.
“Lo que se cobraba hace unos meses atrás en un buen usurero, es lo que están cobrando los bancos, son tasas arriba del ciento por ciento”, precisó.
Indicó que en un año el comerciante termina “devolviendo más del doble”, con lo cual, es imposible financiarse o stockearse de esta manera.
La situación es muy compleja porque los principales analistas a nivel nacional y los propios funcionarios de la administración de Mauricio Macri advirtieron que serán varios meses de esta situación de crisis.