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Los 10 rugbiers imputados por el homicidio de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell fueron trasladados este miércoles por la madrugada a la unidad carcelaria 6 de Dolores, y fueron alojados en la alcaidía del complejo, donde permanecerán sin contacto con los demás presos hasta que se resuelva su situación procesal.
Los acusados arribaron a la unidad penal a las 5.30, en un móvil de la Policía provincial que los trasladó desde la Comisaría 1ra de Pinamar, donde los diez permanecían alojados.
Cerca de las 3.30, los diez imputados fueron subidos a una unidad de traslado y comenzaron el trayecto a la cárcel, escoltados por móviles y efectivos del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) durante el trayecto de 160 kilómetros que separa ambas localidades bonaerenses.
Tras su arribo a Dolores, fueron alojados en un sector separado del resto de la población carcelaria, para resguardar su seguridad.
Fuentes del SPB aseguraron a Télam que la alcaidía cuenta con una celda colectiva preparada para albergar a los detenidos, con cinco camas cuchetas y un baño con inodoro individual.
La celda se encuentra situada en un primer piso entre los pabellones 9 y 10, donde se alojan los presos evangelistas, de escasa conflictividad: la zona es un espacio especialmente preparado para detenidos que aún no tienen la prisión preventiva.
Los voceros indicaron que tras el arribo al penal se labraron las actuaciones administrativas correspondientes, y los rugbiers fueron sometidos a una revisión médica y una requisa, “como cualquier otro preso”.
“No tendrán contacto con la población carcelaria y permanecerán ahí bajo estricta vigilancia y control”, señaló una fuente del SPB, que aclaró que, en caso que se les dicte la prisión preventiva, los imputados “serán asignados a otra unidad”.