Este lunes el presidente Alberto Fernández convocó a preservar la unidad del Frente de Todos (FdT) e insistió con la realización de las PASO en caso de no definirse un candidato de síntesis que represente a todos los sectores de la coalición gobernante.
“Si no hay un candidato que sintetice todo, que surja el más votado en unas PASO”, afirmó el Presidente desde La Rioja, donde viajó para saludar la reelección del gobernador Ricardo Quintela. Fernández sostuvo que su tarea es “mantener unido al peronismo, garantizar transparencia en ese proceso y respetar lo que la gente diga”, por lo cual enfatizó en la necesidad de “estar unidos, como se hizo en La Rioja, para enfrentar a los que siempre trabajan para ganar y lucrar en su propio beneficio”.
Tras destacar el triunfo del peronismo riojano, renovó sus críticas hacia el dirigente libertario Javier Milei y su agrupación, y rechazó la idea de que hubiese bajado de la candidatura presidencial: “No me bajé de ningún lado”, sostuvo. “Bajarse es irse a la casa; yo soy militante y Presidente”, y dijo que su mayor obligación es “trabajar en los problemas que tiene la Argentina”.
Fernández también criticó a la justicia y destacó los intentos por reformular su funcionamiento, sobre lo dijo que remitió distintos proyectos de reforma pero que “todos naufragaron en el Congreso Nacional con el argumento de que tendían a favorecer a Cristina”. Se refirió a los ingresos de los jueces de quienes, señaló, “sabemos que no pagan Ganancias, pero no sabemos sus bienes. En Internet está mi declaración jurada, pero nadie sabe los bienes de un juez nacional en la Argentina. En términos republicanos, es importante que todo el mundo conozca nuestros patrimonios para que vean que no nos enriquecemos en la función”, apuntó y consideró que “sería bueno que los jueces lo hagan, porque es parte de la función pública”.
En materia económica, señaló a la sequía como un factor determinante que ha significado la restricción de un 20% de los ingresos provenientes de exportaciones y aludió a una inflación que persiste y con la que el Gobierno lucha todos los días para que el salario no se deprima.