El 15 de agosto Silvina Dobler, quien vive en barrio Güemes salió junto a su esposo a visitar a vecinos de su edificio y alrededores para comunicarles sobre la colocación de un centro de acopio de residuos al que se oponen por la ubicación.
En ese momento, según lo relatado por la mujer agredida, se acercó a un grupo de naranjitas para solicitarles que bajaran el volumen de la música y ahí “empezó la discusión, el improperio y amenazas de muerte incluidas”.
“La situación es que fui a visitar a los vecinos, a informarles lo que va a suceder en la esquina y no tiene nada que ver con esta situación y recibí la agresión y la golpiza de esta naranjita”, detalló.
La mujer cree que la persona que cuida los autos en la zona entendió que los vecinos se oponen a su presencia. Además, de acuerdo a lo que comentó, la naranjita le exigió que “no pasara por la cuadra”, de lo contrario “le tiene que pedir permiso”.