Rusia bombardeó y mató a tres personas, entre ellas dos niños, este domingo en un ataque ordenado sobre la localidad de Irpin, al noroeste de Kiev. Al mismo tiempo, el presidente Vladimir Putin manifestó su disposición al diálogo pero el gobierno ruso advirtió a los países vecinos de Ucrania que no acojan aviones ucranianos porque de lo contrario serían involucrados en el conflicto. Además, anunció que atacará fábricas militares y pidió a civiles que eviten sus alrededores.
Esta mañana se registraron potentes bombardeos en el oeste y noroeste de Kiev y los equipos de la cadena estadounidense de noticias CNN sintieron el impacto de las explosiones en Kiev y en el área al suroeste de la ciudad.
Dos proyectiles de mortero alcanzaron un puesto de control instalado para permitir el ingreso de civiles a la ciudad desde los suburbios. Por el momento, hay indicios de tres muertes por parte de las autoridades ucranianas, dos supuestamente son niños, ocurridos en Irpín, según confirmó un asesor de la Presidencia ucraniana.
El momento del ataque quedó grabado por una cámara donde se observa a un militar ucraniano siendo afectado por la onda expansiva del mortero.