El italiano Gianmarco Tamberi y el qatarí Mutaz Essa Barshim eligieron terminar compartir el título de campeones olímpicos en salto en alto en una de las grandes historias que quedarán para el recuerdo de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El reglamento estipula que ante igualdad en la marca, ganará el que tenga menos intentos nulos. Vale aclarar que por cada marca que se solicita saltar, un atleta tiene tres intentos. Si por ejemplo alguno de los dos hubiera fallado su primer intento en 2,37 metros antes de pasar ese listón, en vez de tres nulos, tendría cuatro. Pero eso no ocurrió. Y es muy extraño. Rara vez ocurre algo así.
Así fue como estos Juegos Olímpicos se quedaron con una medalla de plata menos…. Y una medalla extra de oro deberá ser entregada por los organizadores. El segundo puesto quedó vacante. El podio, con el bronce, lo completó el participante de Belarús, Maksim Nedasekau, que también saltó 2,37 metros, pero antes había efectuado dos nulos (en 2,19m y 2,35m).
Hay muchos deportes que por su esencia no permiten que exista el empate. Y cada torneo tiene que consagrar a un único campeón. Y las historias tienen siempre dos caras entre el fervor del éxito y la tristeza de la derrota. Pues se pierden de emociones como las que se dieron este domingo en el estadio Olímpico de Tokio