Tenía sarna y estaba a punto de morir. Pía lo rescato, lo transformó y convirtió en su mascota.
A fines de 2017, Pía se encontraba en casa de una amiga en Pilar, Buenos Aires, y se enteró de la presencia de un perrito abandonado en un barrio privado. Se acercó a él y constató que estaba al borde de la muerte, con sarna y escaso peso.
De inmediato, lo llevó a su casa y desde ese momento comenzó un proceso de recuperación de “Hércules” que, con medicación y alimentos, cambió su imagen completamente. Si bien no era su plan inicial, Pía terminó adoptando al animalito definitivamente y hoy comparte su historia de amor con Víctor y Cristian.