TRABAJOS NO VISIBILIZADOS Y NO PAGOS
La mayoría de las mujeres realizan trabajos productivos y reproductivos precarios o no remunerados. Es decir, cuidan a miembros de la familia, crían a los niños y realizan tareas en el hogar sin recibir dinero a cambio.
Esto no es natural, es propio de una construcción cultural. Desde esta perspectiva llamada patriarcado, se coloca a las mujeres en posición subordinada y dependiente de otros hombres.
Sin embargo, su trabajo, asociado con los cuidados para la vida, es fundamental para el sostenimiento de la estructura del propio sistema. El mercado no reconoce el valor de ese trabajo. Por lo tanto no hay remuneración.
DESIGUALDADES DE INGRESO SEGÚN EL GÉNERO
Otra problemática que afecta a las mujeres es la desigualdad en los trabajos remunerados formales o informales.
Las mujeres asalariadas o que trabajan por cuenta propia (como las profesionales), ganan menos que los hombres, suelen estar subocupadas (trabajan menos horas), son amplia mayoría dentro del personal doméstico o de casas de familias con salarios muy bajos, etc.
Es decir, las mujeres son las que sufren las peores condiciones laborales y quienes se ven más afectadas por la pobreza.
SOBRE LA EFEMÉRIDE
La conmemoración tiene por fin reivindicar la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres.
La ONU fijo el 8 de marzo como Día Internacional de la mujer en 1975.
La fecha no es arbitraria: El 8 de marzo de 1857, cientos de mujeres de una fábrica de textiles de Nueva York salieron a marchar en contra de los bajos salarios, que eran menos de la mitad a lo que percibían los hombres por la misma tarea.
Esa jornada terminó con la sangrienta cifra de 120 mujeres muertas a raíz de la brutalidad con la que la policía dispersó la marcha. Eso llevó a que dos años después, las trabajadoras fundaran el primer sindicato femenino.