En esta oportunidad, el relevamiento de 600 viviendas ubicadas en 30 barrios seleccionados al azar desprendió un índice de vivienda (IV) de 12 por ciento; es decir que, 12 de cada 100 viviendas visitadas poseían al menos un recipiente con larvas de Aedes aegypti.
En la comparación con anteriores temporadas, este índice es menor que el registrado en igual período de 2019 (17) e igual que en 2018, pero superior a 2017 (8).
De acuerdo con el análisis por zonas de la ciudad capital, todas las áreas registraron un IV que supone un riesgo elevado de trasmisión viral: Noroeste 9%; Noreste 13%; Centro 9%; Sudoeste 11%, y Sudeste 17%.
Al respecto, Claudio Guzmán, jefe de la División de Manejo Integrado de Vectores del Ministerio de Salud, destacó: “El dato relevante del informe es que más del 90 por ciento de las viviendas poseen potenciales criaderos que pueden convertirse en criaderos reales de mosquitos. Por esto, hay que reforzar las medidas de prevención en nuestro hogar y eliminar todo aquel reservorio que pueda acumular agua”.
Por otra parte, de un total 92 muestras positivas de larvas Aedes aegypti encontradas en las viviendas, los reservorios predominantes fueron los baldes (28 por ciento), recipientes con plantas (24 por ciento), desagües pluviales (13 por ciento), latas (12 por ciento) y botellas (11 por ciento).
🦟 Ya conocemos el resultado del primer monitoreo aédico de la temporada 2022-2023, realizado en diciembre en la ciudad de #Córdoba. Este es parte de las acciones para prevenir las enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti.
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