Tras semanas de paros contundentes en las universidades públicas, docentes, autoridades y la comunidad universitaria de Argentina se encaminan hacia una nueva marcha federal. La movilización busca presionar al Senado para que convierta en ley el proyecto de Financiamiento Educativo, que ya ha obtenido media sanción en Diputados.
Los docentes planean trasladarse al Congreso para exigir la sanción de la ley, con el objetivo de evitar un veto potencial del presidente Javier Milei, que podría provocar una repetición de la multitudinaria concentración de abril. Los gremios docentes están organizando una marcha en defensa de la educación pública, que incluirá una convocatoria a la Plaza de los Dos Congresos.
En caso de que el proyecto sea vetado, se anticipa una nueva marcha en septiembre, similar a la movilización anterior. Javier Blanco, titular de ADIUC, comentó que la convocatoria es inminente debido a la falta de respuestas satisfactorias del Gobierno Nacional respecto al reclamo por salarios dignos.
Carlos De Feo, secretario general de la Federación de Docentes Universitarios (Conadu), destacó que la marcha de abril evidenció la importancia de la universidad como institución, y subrayó que el conflicto inicial por los salarios ha crecido en su alcance para convertirse en un reclamo más amplio.
Mientras tanto, se organizan acciones de visibilización, como abrazos, banderazos y debates, en las 60 universidades del país. Además, el gobierno ha cancelado la opción de presentar proyectos de investigación, según Alicia Caballero, titular de la Agencia de Financiamiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología, lo que Ana Arias, decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, considera un ataque al sistema científico tecnológico.
La nueva marcha, impulsada por el Frente Sindical y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), busca redoblar los esfuerzos para evitar que el sistema universitario quede al borde del colapso. Pablo Perazzi, secretario general de Feduba, anunció que se están organizando reuniones con agrupaciones estudiantiles y bloques de senadores para preparar la protesta.
El reclamo, iniciado el 20 de diciembre tras la devaluación, sigue sin resolverse. Los docentes han rechazado las ofertas salariales del gobierno y denuncian que las respuestas han sido insuficientes. La comunidad universitaria se mantiene alerta frente a las decisiones del presidente Milei y sigue presionando por un presupuesto adecuado para la educación superior.