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Casi la mitad de los niños y adolescentes en Argentina son pobres por tener, al menos, un derecho básico insatisfecho, y 42 por ciento vive en hogares con ingresos insuficientes, según un estudio presentado hoy por Unicef que midió la pobreza de manera multidimensional.
El informe que arrojó que el 48 por ciento de los chicos de nuestro país son pobres se basa en el análisis de privaciones no monetarias y toma en cuenta distintas dimensiones que vulneran los derechos y determinan situaciones de pobreza.
De este modo, la investigación reporta que en Argentina unos 6,3 millones de menores de 18 años carecen de uno o más de los derechos básicos, como educación, protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, acceso a agua potable y un hábitat seguro.
La metodología de medición de pobreza multidimensional es más específica que la que apunta solamente a determinar esa condición bajo parámetros de ingreso económico en los hogares (pobreza monetaria), según el estudio.
Unicef llevó adelante el informe junto a investigadores del Instituto de Estudios Laborales y de Desarrollo Económico de la Universidad de Salta, la Universidad Nacional General Sarmiento y la organización Equidad para la Infancia.
El trabajo toma como base la última información disponible de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, que corresponde al primer semestre de 2018.