El pasado miércoles, en una plaza de barrio Iponá, un niño de diez años fue atacado por un perro de raza pitbull. El pequeño estuvo cuatro días internado en el Hospital de Niños con heridas graves.
Según informa Vía Córdoba, el niño fue a la plaza para encontrarse con un amigo que estaba con su madre. Ella era quien paseaba el perro que, cuando se acercó el pequeño a saludar, lo atacó y le mordió en la cara.
En el hospital constataron que sufrió un profundo corte desde el pómulo hasta el labio, por lo que tuvo que ser internado en terapia intensiva. Recibió varios puntos y estuvo en observación hasta el domingo siguiente.