Jesús María.
Técnicos de la Secretaría de Recursos Hídricos presentaron los detalles a la intendenta Mariana Ispizua y sus funcionarios. Funcionará como una laguna de retardo y estará a unos cinco kilómetros al Oeste de la Estancia El Colibrí. Ocupará unas seis hectáreas.
La presa de Santa Catalina forma parte de las obras que la Provincia construirá en la zona de Sierras Chicas para contener el agua de lluvia.
Aunque en un primer momento se habló de cuatro mini diques, finalmente se optó por hacer dos de mayor tamaño en la parte baja del cordón serrano, con la idea de que el impacto ambiental sea menor. Fue justamente el estudio que se hizo en relación a eso lo que se presentó en Jesús María por parte de técnicos de la Secretaría de Recursos Hídricos.
Actualmente el proyecto tiene que pasar una audiencia pública y recién si se aprueba se enviarán los pliegos de llamado a licitación para poder comenzar con la obra. Estiman que los trabajos iniciarían este año.
Ing Hugo Cagliero – Secretario de Servicios Públicos y Ambiente de Jesús María
Por su parte, hace algunos días el titular de Ambiente de la Municipalidad de La Granja, Wilfredo Coronel, también se refirió al tema.
Comunicado Oficial.
La intendente Mariana Ispizua, junto a su gabinete, recibió a los ingenieros Hugo Scacchi y Pablo Karpowick, quienes le adelantaron el contenido del estudio de impacto ambiental realizado sobre la presa de contención de agua que la Secretaría de Recursos Hídricos planea construir en Santa Catalina.
La evaluación ya fue elevada al Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos y se estima que a mediados de junio próximo se estaría convocando a audiencia pública.
La presa tendrá el carácter de regulatoria de agua, vale decir que no supone un espejo de agua permanente. Se prevé que descargue su contenido a través de dos canales y en un plazo máximo de 24 horas, lo que facilitará también la preservación del ambiente natural.
Estará ubicada en cercanías de la estancia El Colibrí, unos 25 kilómetros arriba de la confluencia de los ríos Ascochinga y Santa Catalina.
Ocupará 41,2 hectáreas y podrá contener hasta 1,6 hectómetros cúbicos, abarcando una cuenca de 18,5 kilómetros cuadrados.
Este proyecto está encaminado, luego de la marcha atrás en la construcción del dique proyectado por la Provincia en El Carapé, por las objeciones que cosechó este último en material ambiental.
De las 4 presas iniciales que planeó el Gobierno, en El Carapé, San Miguel, Colonia Hogar y Santa Catalina, quedaron en pie sólo dos: Santa Catalina y otra en Ascochinga.
Las objeciones hacia la presa de El Carapé se fundaban en que estaba en zona de reserva natural y en el corredor biológico de Sierras Chicas.
Los ingenieros explicaron que en el caso de la presa Santa Catalina, el espejo va en zona amarilla y fuera del corredor biológico, con lo cual el impacto será mínimo.
El estudio determina, además, que la fase de mayor impacto ambiental estará durante la construcción propiamente dicha (aunque esos efectos son reversibles y mitigables), y que luego desaparecerán.