Jesús María.
Después de dos días de intensa búsqueda, finalmente lograron hallar al hombre de 80 años que estaba extraviado desde el miércoles al mediodía. Estaba tirado en una especie de zanja en medio de unos arbustos. Su familia pensó lo peor.
Don Víctor Di Filippo (80) fue encontrado con vida y en buen estado de salud este viernes alrededor de las 16 en la esquina de calle 34 y 48. Estaba en medio de unos arbustos y en una especie de zanja.
Allí permaneció durante dos días tirado, sin poder moverse, y soportó temperaturas bajo cero durante ambas noches.
Según los primeros datos aportados por su familia y los rescatistas, se cayó de la bicicleta y ya no pudo volver a levantarse.
Don Víctor había salido de su casa en barrio Tronco Pozo el miércoles a media mañana y se dirigió a una forrajería a comprar comida para su gato. Estaba regresando a su hogar cuando ocurrió lo inesperado.
Al caer de su bicicleta no sólo sufrió algunos golpes, sino que se enredó con un viejo alambrado y por eso le fue imposible reincorporarse.
A partir de allí las horas comenzaron a pasar y Don Víctor permaneció siempre tirado a la vera del camino. La zona es el límite entre el sector rural, por lo que no pasa mucha gente y por eso nadie advirtió que estaba en esa situación.
Cuando comenzaron a buscarlo, incluso con perros rastreadores, se enfocaron en el sector del Basural Municipal porque un dato daba cuenta de que habría pasado por el lugar.
Este viernes se sumó a la Policía, Defensa Civil y los trabajadores municipales el personal de Gendarmería Nacional, y fueron justamente efectivos de esta fuerza los que encontraron a Don Víctor.
Cuando lo vieron estaba boca abajo, uno de los uniformados le tocó la espalda pensando lo peor, y al darlo vuelta observaron que estaba dormido.
Como si no hubiese pasado nada, Don Víctor se despertó y de inmediato les dijo su nombre, su edad y contó que se había caído de la bicicleta.
“Muchas gracias y realmente sí, con un final feliz, todavía no logro caer, se me pasó el peso que tenía en el pecho, realmente no hay palabras de agradecimiento a todos los que colaboraron”, expresó su hijo, Miguel Di Filippo.
Contó además que con cada hora que pasaba tenían menos esperanzas de encontrarlo con vida.
Miguel es muy creyente y está convencido que se trató de un milagro, por eso reiteró su agradecimiento a todos aquellos que elevaron una plegaria por su padre.
Cuando los rescatistas llegaron al lugar encontraron todo, la bici, sus pertenencias personales y hasta la comida para el gato que había comprado.
Final feliz para esta historia que mantuvo en vilo a toda una comunidad.