El aumentó de los autos Ok y los usados, y de los combustibles, en un contexto inflacionario de dos dígitos (tres si se suma el acumulado anual), dio como resultado el incremento de los precios de los seguros de vehículos. El aumento promedio está cerca del 30% entre septiembre y octubre según sostienen los ejecutivos de las aseguradoras.
Hasta hace dos meses atrás, un auto nacional mediano promedio pagaba una póliza de seguro contra terceros completo entre $15.000 y $17.000. Hoy, ese mismo seguro puede costar entre $25.000 y $30.000. Un seguro contra todo riesgo con una franquicia baja pasó de $25.000 a casi $50.000.
“La gente está ajustando sus gastos. Muchos clientes han dejado un seguro de riesgo total y ha decidido tomar un seguro contra terceros completo. Otros bajan la franquicia y se mantienen en el seguro de riesgo total. Preveíamos que algo así podía suceder, pero está un poco peor de lo imaginado. El teléfono suena poco”, explica un asesor de seguros.
Las actualizaciones de las sumas aseguradas son cada dos o tres meses, porque los precios suben y si no lo actualizas, los bienes quedan infra asegurados, lo cual representa un problema si hay un siniestro.
Además del aumento, se suma que hay un faltante de repuestos muy grande y preocupante. Quedan autos en proceso de reparación, desarmados y detenidos, y el problema se duplica porque el taller necesita el espacio físico para tomar otros trabajos. Esto produce una recotización del costo de reparación, lo que implica que hay que hacer todo el presupuesto nuevamente y las compañías de seguros las tiene que aprobar.