Colonia Caroya.
Al grito de “¡queremos cobrar!” terminó una improvisada manifestación que se realizó luego de la asamblea frente a la sucursal de la firma en Colonia Caroya. Estuvo el intendente Gustavo Brandán, la Legisladora Hilda Bustos y distintos referentes vecinales y políticos. Hasta el momento los empresarios no abonaron los sueldos adeudados y tampoco hay un compromiso de pagar las indemnizaciones.
Los ex trabajadores de Súper Uno, que fueron despedidos sin causa ni previo aviso, están desesperados porque muchos de ellos siguen sin encontrar otra fuernte laboral y están dependiendo de un pequeño aporte que hace el Estado Provincial o lo que se recauda en las distintas acciones solidarias que se vienen realizando.
Con eso claramente no pueden reemplazar su sueldo y muchos deben dos meses de alquiler.
Este jueves por la tarde realizaron una asamblea frente a la sucursal Colonia Caroya de la firma -que permanece cerrada- y participaron distintos referentes vecinales y políticos, entre los que se destacaron el intendente Gustavo Brandán, la legisladora Hilda Bustos y la concejal Cecilia Migotti.
Todos respaldaron el reclamo de los obreros y manifestaron que serán “solidarios” con cada acción que pretentan llevar adelante. El jefe comunal dijo además que está trabajando para tratar de destrabar el conflicto pero tampoco quiso generar falsas expectativas.
En pocos días más se realizará la última audiencia de conciliación pero teniendo en cuenta lo que ha sido hasta ahora la manifestación, es poco probable que haya una propuesta de solución.
Algunos de los presentes propusieron seguir llevando a cabo medidas de protesta para seguir expresando el repudio a los propietarios de la empresa -familia D’Olivo- para que todos se enteren de lo que hicieron con sus obreros.
Plantearon armar un acampe frente a la casa de uno de los dueños y allí permanecer hasta que den alguna solución a la problemática.
La firma está en concurso de acreedores y en esa instancia no hay demasiadas opciones legales para los trabajadores. Pero llama la atención que una parte de la empresa siga funcionando con normalidad.
Algunos mencionaron en la asamblea que el problema de fondo por el cual Súper Uno terminó así no es la crisis económica, sino algunos otros manejos financieros de los que no hay hasta el momento ninguna prueba fehaciente.