Las relaciones exteriores no son el fuerte del Gobierno nacional. A esta altura esto resalta con claridad. Tras los calificativos gratuitos que el presidente Javier Milei le dedicara oportunamente a sus pares Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia) y Andrés Manuel López Obrador (México), el último cortocircuito diplomático lo produjo la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
La ministra Bullrich había manifestado durante el último lunes que se mantiene “alerta alta” en la zona norte de Argentina y en la Triple Frontera con Brasil y Paraguay y destacó que “hay preocupación” por la presencia de Hezbolá a 5 kilómetros de Puerto Iguazú y por el “memorándum que firmó el gobierno de Bolivia con Teherán”.
Ese no fue todo el diagnóstico que Bullrich diera a la señal de tv TN. “También se ha visto en el último tiempo presencia en Iquique, en el norte de Chile, el año pasado en San Pablo, Brasil, y hace unas pocas semanas en Perú y el año pasado se detuvieron a dos personas de Hezbolá en la ciudad de San Pablo”, había indicado Bullrich, aunque sin respaldar sus declaraciones con ninguna documentación. La respuesta desde Santiago de Chile no demoró en materializarse.
La ministra del Interior y Seguridad Pública de Chile, Carolina Tohá, desmintió a Bullrich y aseguró que los chilenos pueden estar tranquilos porque “nuestros sistemas policiales y de inteligencia tienen siempre alerta en esta materia”.
A última hora de este miércoles, el presidente Gabriel Boric aludió al entredicho a través de la red social X. Boric dio “por superado” el asunto con la Argentina por las declaraciones de la ministra, aunque no pudo evitar expresar su malestar por el carácter institucional que revisten las suposiciones de la exfuncionaria de Mauricio Macri.
“Si una autoridad de otro país tuviera antecedentes sobre actividades ilícitas en el nuestro, lo que corresponde es que lo plantee vía diplomática, no por la prensa”, dijo el mandatario chileno en un mensaje publicado en su cuenta de X.
El presidente acompañó su mensaje con un comunicado del ministerio de Seguridad argentino, donde se señala que Bullrich se comunicó con su la ministra del Interior chilena, Carolina Tohá, para pedirle “disculpas” por sus afirmaciones.
Después del malestar, el presidente chileno envió este miércoles una nota formal de protesta a la embajada argentina en Santiago.
“Mi deber como presidente de la República es defender el nombre y la seriedad institucional de Chile en todas las instancias. Para combatir el crimen organizado transnacional necesitamos colaboración permanente entre Estados, que es justamente lo que promovemos desde Chile”, posteó este miércoles Boric.
“Disculpas aceptadas y damos el asunto por superado”, cerró el posteo. Se sumó, así, un nuevo capítulo en la serie de conflictos diplomáticos con países de la región.