Esta es la historia de superación de Covid19 del médico, cardiólogo, Eduardo Alejandro Simondi.
Allá por febrero del 2020 cuando en Italia estaba todo tan complicado y llamaban a médicos jubilados, residentes, nuevos, jóvenes porque no daban abasto por la demanda de pacientes, Eduardo desde Argentina quería ayudar. Le consultó a un colega para anotarse como voluntario en Córdoba por si esto se complicaba.
Así fue como lo llamaron del Hospital Regional Vicente Agüero en Jesús María para trabajar en la terapia de pacientes covid19. La enfermedad fue llegando a nuestra región y al paso de unos 8 meses Eduardo contrae el virus por una paciente que trasladó en ambulancia hasta Cosquín.
“Empecé a cursar la enfermedad tranquilamente, pero con el paso de los días se fue complicando la parte respiratoria, me hice un par de estudios de rigor, radiografía, tomografía y cuando empecé a ver que ya la oxigenación en mi cuerpo era eficiente decidimos internarme en el Sanatorio Caroya. Estuve 3 días me hicieron plasma todos los tratamientos que había en ese momento para pacientes covid. Como iba empeorando me derivaron al Hospital Reina Fabiola en Córdoba Capital. Ahí estuve internado 45 días, se me complicó todo, desde la parte neurológica, digestivas, respiratoria”, comentó.
En total estuvo 3 meses para su recuperación parcial, hoy tiene secuelas como neuropatía periférica, con un compromiso sensitivo severo, trombo pulmonar serio, entre otros.
“Trato de aislarlo mentalmente para que no interfiera en mi vida. Quedé con oxigeno domiciliario un tiempo. Hoy por hoy creo que estoy recuperado casi totalmente”.
Volvió a trabajar en febrero del 2021 en varios hospitales y también la terapia de covid19. Según Eduardo bajaron los casos, y hay menos de un 10 % de internados con complicaciones.
“Es una enfermedad grave, una situación que hay que respetarla, la gente no debe minimizar las medidas de precaución, distancia social, aislamiento parcial, la higiene permanente. Hay que seguir respetando a pesar que uno ve que políticamente se trata de manejar en mayor o menor grado en base a como estamos hoy pero hay que seguir con los cuidados. La gente tiene que entender que las medidas vinieron para quedarse porque es una enfermedad que va a estar con nosotros por mucho tiempo, por mas que tengamos acceso a vacunación.
Yo te confieso que había hecho mi testamento cuando vi que la enfermedad se complicaba, hablé con mi hermano abogado, hice un testamento holográfico donde había tomado la decisión de aceptar la voluntad que en ese momento parecía la muerte. Estuve 3 días prácticamente dormido, no recuerdo que pasó los tengo borrados en mi cabeza. Lo que me dió tranquilidad era saber que todo estaba en las manos de Dios, desde que entré desde que elegí el lugar, desde que me toco aquí, todo absolutamente en las manos de él. Y esa tranquilidad me la termino por dar el resultado con el que llegue”.
Eduardo, tiene 3 hijos Joaquín, Santino y Paula, se divorció un mes antes de la pandemia y actualmente está en pareja con una compañera del Hospital, sigue siendo voluntario en la terapia intensiva de covid19 y está luchando para una mejor calidad de vida de los pacientes que tienen PAMI y APROSS , para que puedan ser atendidos en la sala de Hemodinamia del Sanatorio Caroya que hoy por cuestiones administrativas no pueden y ante una urgencia tiene que ser derivados a Córdoba.
Eduardo al finalizar la nota expresó “La pandemia me cambió la vida rotundamente. Intensificar la oración, me ayudó a salir del cuadro de gravedad por el que pasó, por más que había aceptado la voluntad, si llegaba mi hora, era esa. Dios decidió que continuara en esta tarea. Soy un fanático de la gente, no deberían existir diferencias políticas, económicas, religiosas que estén por encima de la necesidad de las personas”.