El Congreso de la Nación se convierte otra vez este miércoles, en epicentro de un día agitado.
Fundamentalmente, porque la oposición insiste en el recinto con el texto de la recomposición y la nueva fórmula jubilatoria que ya fue aprobada, y el gobierno nacional decidió vetar de manera completa.
Para eso, se necesita un número: los dos tercios.
Afuera, mientras tanto, se produce una nueva marcha convocada por distintas agrupaciones que representan a jubilados.
Sin embargo, la plana mayor libertaria entró en acción para convencer voluntades. Y este martes logró la foto con cinco diputados libertarios que defendieron y votaron a favor la norma hace un par de semanas.
El propio Javier Milei junto a su hermana Karina, Martín Menem y varios ministros sostuvieron un cónclave del que fue parte un cordobés: Luis Picat.
Pero quien planteó el panorama claro, y generó el alboroto porque sus posturas públicas (de su defensa de la ley, antes, y su actual respaldo al veto) fue el tucumano Mariano Campero.
Hoy, para justificar su cambio de postura, sólo aduce que quiere “acompañar la decisión del gobierno nacional” para “defender el equilibrio fiscal”.
En cuanto a las diferencias en el bloque, del otro lado de la brecha surgen críticas para los propios colegas.
En esos términos se expresó Fernando Carbajal, el diputado formoseño que encabezó el pedido de sesión para insistir con la normativa: “Este proyecto se origina en el radicalismo, porque había otros dictámenes pero se aprobó el nuestro. Fue una propuesta muy razonable y prudente”.