“Estoy dispuesto a hacer todo lo que haya que hacer, y la Santa Sede, especialmente la parte diplomática, el cardenal (Pietro) Parolin y monseñor (Richard) Gallagher, están haciendo todo”, dijo el pontífice al ser consultado sobre la postura vaticana ante el conflicto y en referencia al rol del secretario de Estado y del canciller de la Santa Sede en los diálogos con Ucrania y Rusia.
Mientras el Vaticano busca posicionarse como facilitador del diálogo entre los dos países, el Papa afirmó que “no se puede publicar todo lo que hacen, por prudencia, por confidencialidad, pero estamos al límite de nuestro trabajo”.
En ese marco, en un diálogo con periodistas anoche al volver a Roma desde Malta, Francisco dijo que su posible ida a Kiev “está sobre la mesa, está ahí como una de las propuestas llegadas”.
“Pero no sé si se puede hacer, si es conveniente hacerlo y si sería para bien o si es conveniente hacerlo y tengo que hacerlo, todo esto está en el aire”, sostuvo Jorge Bergoglio al regresar de su viaje internacional número 36 como Papa, tras recorrer dos días la isla mediterránea en una visita centrada en la situación de migrantes y refugiados.
De todos modos, fuentes vaticanas consultadas por Télam dijeron que el posible viaje a Kiev es “muy difícil” por el momento y que el Vaticano trabaja con más fuerza en una posible llegada de Francisco a Polonia para tomar contacto con los miles de refugiados que huyen de Ucrania y la posible celebración de una misa en la frontera, como hizo en 2016 en la mexicana Ciudad Juárez, en el límite entre ese país y Estados Unidos.
En ese contexto, Francisco agregó que la diplomacia vaticana trabaja en una reunión con el Patriarca Ortodoxo Cirilo, un aliado del presidente ruso Vladimir Putin y jefe de una Iglesia con cerca de 150 millones de fieles en Rusia y Ucrania.
“Se está trabajando y pensando en Oriente Medio, estas son las cosas tal y como están ahora”, detalló Francisco sobre el posible lugar del segundo encuentro entre ambos, tras la histórica reunión de febrero de 2016 en Cuba que supuso el primer acercamiento entre las máximas autoridades católicas y ortodoxas en casi 1.000 años.
Mientras tanto, igualmente, el santo padre reconoció en su diálogo con periodistas que con Putin no habla desde fines de 2021, mientras que confirmó que ya tuvo dos contactos telefónicos con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, como se había hecho público semanas atrás.