Yanina Garrido, propietaria y comerciante nos contó que una pareja de aproximadamente 30 años le compraron bebidas importadas para un supuesto “catering” y que tenían el chip de la tarjeta rota por ese motivo debían hacer la operación “off line”.
Desde el desconocimientos los comerciantes aceptaron un código de seguridad que la pareja les brindó y automáticamente se aprobó la operación.
Días después se confirmó que el código era inexistente y el pago nunca llegaría.
Finalmente fueron estafados por $140.000.
En estos momentos están trabajando con abogados y autoridades del banco Patagonia para recuperar el dinero.