El día estuvo gris e invernal. La postal fue tristeza honda y pura. Silvina Luna, la mujer de la sonrisa radiante, descansa en el Panteón de Actores del cementerio La Chacarita en Buenos Aires.
La despedida fue dura. Su familia y amigos se despidieron en la calle O´Higgins del barrio de Belgrano en un velatorio íntimo a puertas cerradas para el público. No más de una veintena de personas ingresan en las poco más de tres horas que duró el velatorio. Algunas caras conocidas, como Ximena Capristo, Gustavo Conti, Ángel de Brito, Pamela Sosa, Ezequiel, su hermano, y otras caras no conocidas.
Minutos antes de las 12.30, el cortejo fúnebre parte rumbo al Cementerio de la Chacarita. A la izquierda cronistas y fotógrafos, del otro lado, los anónimos que se acercaron a despedirse. Las puertas del panteón se cierran repletas de flores. Silencio. Pedidos de justicia. Y unos ojos celestes que ya brillan desde más arriba.