Precipitaciones mediante, las pautas que marcaron la semana trajeron por un lado alivio tras el agobio de las marcas mercuriales precedentes.
Sin embargo, el descenso no se estira demasiado en el tiempo. Y la irrupción de las precipitaciones juega su partido.
Desde el Servicio Meteorológico Nacional sostienen que, en la provincia, este viernes la inestabilidad enmarca el paisaje.
En día lleno de nubes y con mucha humedad, el calor nuevamente se hace sentir.
Pero las advertencias por tormentas tienen al territorio en un “alerta amarillo”.
Todo el sur y centro-sur será afectado por fenómenos, de carácter aislado, y “acompañados por abundante caída de agua en cortos períodos, actividad eléctrica, ocasional granizo y ráfagas que podrían estar entre 60 y 90 km/hora”.
Podrían llover, en tal sentido, entre 15 y 40 milímetros.
En la Capital se prevén 32° y lluvias, condiciones que podrían seguir hasta el domingo incluido.
Eso sí, el fin de semana cierra con una máxima de 35 grados.