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Tras una maratónica sesión, los senadores le dijeron “No” al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que había sido aprobado en Diputados. Además, hubo dos abstenciones y una ausencia.
El Congreso vivió este miércoles una jornada histórica más allá del resultado final de la votación del proyecto Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Con 38 votos en contra, 31 votos a favor, dos abstenciones y una ausencia, los senadores frenaron la iniciativa que había sido aprobada en Diputados.
La neuquina Lucila Crexell y el santafesino Omar Perotti, que presentaron ambos dos proyectos de despenalización, se abstuvieron durante la votacion.
Con 31 votos afirmativos, 38 votos en contra y 2 abstenciones se rechaza el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo pic.twitter.com/LmUDZYwMGI
— Senado Argentina (@SenadoArgentina) 9 de agosto de 2018
Todas las miradas estuvieron puestas en los 72 senadores que desde las 10.30 y hasta las primeras horas de la madrugada de este jueves, debatieron sobre el futuro de la iniciativa que obtuvo media sanción en la Cámara Baja pero que no logró reunir la mayoría simple para ser sancionada.
Cada senador contó con 10 minutos para argumentar su voto; salvo los miembros informantes, que dispusieron de 15 minutos y los presidentes de bloques, que fueron los últimos oradores, y contaron con media hora cada uno.
Al grito de “Vamos todavía, vamos”, la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, dio por terminada la sesión.
Las principales bases del proyecto que no vio la luz
El proyecto de ley de aborto que fue rechazado en la Cámara Alta buscaba aprobar la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación. Superado ese plazo, se habilitaba la práctica en casos de violación, riesgo para la vida o la salud de la gestante, o si se diagnosticaba la inviabilidad de vida extrauterina del feto.
En el caso de las menores de 16 años, basándose en el artículo 26 del Código Civil, se presumía que la mujer podría decidir por sí misma “aquellos tratamientos que no resultaran invasivos, ni comprometieran su estado de salud o provocaran un riesgo grave en su vida o integridad física”.
Además, incorporaba en su artículo 15 el derecho a la objeción de conciencia individual, con la previa inscripción en un registro de profesionales objetores, que debía implementarse en cada establecimiento de salud. De esta forma quedaba expresamente prohibida “la objeción de conciencia institucional y/o de ideario”.
Se indicaba que el aborto debía practicarse en un plazo máximo de cinco días corridos desde su requerimiento, y se explicitaba que no era necesaria “ninguna autorización judicial previa” para realizarlo. En el artículo 8, se agregaba la creación de consejerías integrales no obligatorias pre y post aborto.
Otro punto importante del proyecto es que se sancionaba con pena de prisión de entre tres y diez años al médico que obrara sin consentimiento de la mujer; y con penas de entre tres meses y un año si se realizaba el aborto a partir de la semana 15, sin consentimiento de la gestante. También para aquel profesional que “dilatare, obstaculizare o se negare a practicar un aborto en los casos legalmente autorizados”.
Por otra parte, la iniciativa señalaba que “el Estado Nacional, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios deberían tener la responsabilidad de establecer políticas activas para la prevención de embarazos no deseados, y la promoción y el fortalecimiento de la salud sexual y reproductiva de la población”.
Las calles de tiñeron de democracia
Miles de personas se manifestaron desde horas de la mañana de este miércoles en las inmediaciones de la plaza de los “Dos Congresos” para acompañar la sesión del Senado. Fue el escenario perfecto para otra jornada histórica de la democracia.
Los pañuelos verdes y celestes fueron los símbolos elegidos para acompañar el maratónico debate de la Cámara Alta.
as militantes feministas se concentraron en la plaza para llevar en alto sus banderas en medio de la lluvia porteña, bajo el lema “la clandestinidad no salva vidas“. Del mismo modo, aquellos a favor de “las dos vidas” también estuvieron presentes con carteles que llevaban la leyenda: “La vida vale“.
Fuente: La Nueva Mañana