El juez federal Ariel Lijo defendió este miércoles su candidatura para integrar la Corte Suprema de Justicia ante la Comisión de Acuerdos del Senado. Lijo, quien fue postulado a principios de año por el presidente Javier Milei, se presentó en la sesión de la Comisión a partir de las 10:00. Su intervención marcó el inicio del proceso de evaluación para su posible incorporación al tribunal máximo, en el marco de un contexto legislativo incierto.
Lijo fue el primero de los dos candidatos a la Corte en presentarse ante el Senado; el abogado Manuel García Mansilla también está programado para comparecer el próximo miércoles 28 a la misma hora. La situación de Lijo está marcada por la falta de garantías para la firma de su pliego, lo que ha generado preocupación sobre el avance de su candidatura.
Una señal de alerta se produjo cuando José Mayans, jefe del bloque kirchnerista en la Cámara alta, indicó que su bloque no había recibido comunicaciones oficiales sobre la candidatura y que no tenía “ninguna obligación” en este asunto. Según Mayans, “el que tiene la obligación de juntar las firmas es el Ejecutivo”.
La administración de Milei ha intentado negociar un acuerdo con el kirchnerismo, con la intermediación del asesor presidencial Santiago Caputo y el viceministro de Justicia Sebastián Amerio. Sin embargo, se han enfrentado a la resistencia de algunos sectores clave, como la senadora de la UCR Carolina Losada y su compañero de bancada Pablo Blanco, quienes han expresado su oposición a Lijo, citando preocupaciones sobre la representación de género y cuestionamientos a su idoneidad.
La Comisión de Acuerdos, presidida por la senadora del PRO Guadalupe Tagliaferri, está compuesta por 18 miembros, incluidos siete kirchneristas, cuatro de la UCR, uno de La Libertad Avanza y cuatro de bloques federales. Para que el pliego de Lijo avance al recinto, se necesitan al menos nueve firmas de estos miembros.
Lijo enfrenta tanto adhesiones como impugnaciones significativas. En el Senado, recibió 33 impugnaciones y 16 adhesiones. A nivel ejecutivo, su candidatura obtuvo 3.578 respaldos frente a 328 impugnaciones, según un informe del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Sin embargo, dentro del propio oficialismo, la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien preside el Senado, ha cuestionado duramente la postulación, calificando a Lijo como un “juez controversial” sin los “pergaminos necesarios” para el cargo.
A pesar del adverso contexto, el proceso continúa, y la Comisión de Acuerdos decidirá el futuro de la candidatura de Lijo en función de las firmas y apoyos que logre reunir.