El sendero estuvo marcado por el “balance especial de transformación” que presentó a fines del año pasado, y tiene ahora su corolario: el Banco Nación Argentino pasa a ser una Sociedad Anónima.
El contexto es la actual gestión de gobierno que busca “la libre competencia” y “libera” al Estado de sus activos.
Este jueves se publicó en el Boletín Oficial el decreto en cuestión, número 116/2025, que concreta la cuestión.
De esta manera, la entidad presidida por el cordobés Daniel Tillard pasa a “la órbita del Ministerio de Economía de acuerdo con las disposiciones de este decreto, bajo el régimen de la Ley General de Sociedades N° 19.550 – T.O. 1984, como continuadora del ente autárquico en todos sus derechos y obligaciones″.
De acuerdo a la norma, el Estado tendrá “la titularidad del noventa y nueve como nueve por ciento (99,9 %) del capital social y ejercerá todos sus derechos junto a la Fundación Banco de la Nación Argentina, quien tendrá la titularidad del 0,1 %” de las acciones.
El rechazo de La Bancaria no se hizo esperar. Desde hace tiempo que se reclama intentando apuntar a que el objetivo central debe ser “dar una asistencia social a los argentinos”, misión que le es “irrenunciable” y es quebrada con esta decisión.
Es la diferencia central que marcan respecto a instituciones privadas, las que “solo buscan ganar dinero e incrementar la rentabilidad”.
Por eso, se anuncian protestas este jueves en las sedes principales.
El nuevo Banco
Se busca, según se dio a conocer, “mejorar la capacidad del banco para competir en el sector financiero, optimizar la asignación de recursos y fortalecer su posición en el mercado, garantizando la continuidad de su operatividad”
A fines del año pasado, al presentar los números, las autoridades del Banco consideraron que “la transformación en SA es imprescindible para que el Banco continúe aumentando los préstamos a favor de las pymes y las familias. Para sostener ese crecimiento, la institución necesitará ampliar su fondeo, lo que podrá hacer abriendo su capital, para lo cual es esencial que se convierta en Sociedad Anónima y que tenga la aprobación del Congreso”.
El último punto es lo que resta en el proceso.