Racing arrancó con todo y en apenas dos minutos mostró por qué es considerado uno de los candidatos en esta Copa Libertadores ya que con dos llegadas claras que obligaron a lucirse al arquero colombiano, el equipo de Gustavo Costas parecía encaminado a otro arranque demoledor como el que tuvo ante Fortaleza.
Sin embargo, a pesar del dominio inicial y las ventajas defensivas que ofrecía Bucaramanga, el gol nunca llegó y con el correr de los minutos la visita fue creciendo en confianza.
El equipo colombiano, liderado en ataque por Fabian Sambueza, se adueñó del mediocampo y complicó cada vez más a una “Academia” que perdió claridad y terminó entregando el control del partido.
En el complemento, Bucaramanga capitalizó sus oportunidades: primero abrió el marcador antes de los 10 minutos y luego, a los 20, Sambueza puso el 2-0 que fue un mazazo anímico para Racing.
Desordenado, sin respuestas y emocionalmente golpeado, el conjunto de Avellaneda dejó una imagen lejana a la de su debut en Brasil. El descuento llegó sobre el final, pero no alcanzó para maquillar una actuación decepcionante.
La sanción que obligó a jugar a puertas cerradas también pesó. Sin el aliento del público, Racing se mostró apático, con muchas imprecisiones y sin capacidad de reacción. Atlético Bucaramanga, que nunca había ganado como visitante en la Libertadores, hizo historia y dejó a la Academia con la necesidad urgente de corregir el rumbo si quiere ser protagonista.
Fue una noche amarga para los de Costas, que deberán reponerse rápido pensando en la visita a Colo-Colo por la tercera fecha.