En una noche histórica en el estadio Monumental de Núñez, Messi abrió el marcador con un golazo a los 13 minutos y en la segunda parte, a los 18’, amplió el resultado con una buena definición con la pierna derecha y a los 43’ cerró su cuenta personal con un gran remate luego de un rebote que capturó en el área.
El capitán “albiceleste”, que ya superó al brasileño Pelé en la tabla de goleadores históricos de los seleccionados sudamericanos con 79 tantos, fue nuevamente figura del equipo de Lionel Scaloni y también determinante para un nuevo triunfo del campeón de América en la fecha 10 de las Eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022.
El partido comenzó con Bolivia bien cerrado en el fondo y tratando de aprovechar los tiros libres en campo contrario, Argentina trató de abrir ese cerrojo con pases, velocidad y gambeta.
Poco a poco el equipo de Scaloni fue más aunque no se sobreponía del todo y dejaba crecer a la visita.
El primer tanto llegó a los 14 minutos en los pies del mejor jugador del mundo. Argentina había perdido la pelota y cuando salía el rival volvió a recuperarla, Messi metió un caño al borde del círculo del área y colocó la pelota bien lejos de Lampe.
Luego del gol, los jugadores vestidos de verde crecieron en lo futbolístico y se perdieron la chance para empatar el partido estando en el área. A minutos de esto, Di María asistió a Lautaro Martínez que estaba en posición adelantada y por ende no convalidaron el golazo que anotó.
A los 39 minutos Martínez volvió a tener una oportunidad, esta vez válida. El pase fue de Messi y el “Toro” remató desviado. Luego ocurrió lo mismo pero con el mejor jugador del mundo que abrió el pie, quiso colocar y se fue cerca.
El primer tiempo terminó con algunos errores para el seleccionado nacional. Hubo algunos errores en el fondo y en parte del mediocampo con un Paredes solo entre tantos de verde.
El segundo tiempo fue parecido al primero porque Argentina no renunció al ataque y Bolivia no cambió el libreto a pesar de la desventaja.
El equipo nacional tuvo la posesión de la pelota pero le costó encontrar los espacios y se repetía con tiros desde afuera del área.
Pero era la noche de Messi y solo él podía brillar en esta fría jornada en Buenos Aires. A los 18 minutos, armó una buena pared con Lautaro, se metió en el área y luego de un rebote cuando quiso definir de zurda, la pelota le quedó para la derecha y aunque no es su pierna hábil, lo dejó sentado a Lampe con un toque sutil.
El 10 tenía un imán con la pelota y solo sus arranques levantaron a los hinchas en medio de un partido manejado con piloto automático.
Para cerrar la noche soñada, el astro aprovechó un rebote de Lampe y con un zurdazo implacable convirtió su triplete.