Desde su área de Consumos Problemáticos, la Municipalidad de Colonia Caroya adhiere a la campaña de la OMS que, desde 1987, nos invita a reflexionar y colaborar para abordar una de las epidemias más grandes actualmente: el tabaquismo.
Hoy martes 31 de mayo se evoca el Día Mundial sin Tabaco, habrá actividades alusivas en espacios públicos, para concientizar a la población sobre los perjuicios que el tabaco provoca en la salud y también en el medio ambiente.
El municipio montará puestos informativos el martes 31 en el Banco Provincia de Córdoba; el miércoles 1° en Super Ar, Sucursal Av. San Martín; y el jueves 2 en la Cooperativa de Servicios Públicos de Colonia Caroya y Jesús María Ltda. En todos los casos, la actividad será de 9 a 13 horas.
Por otra parte, quienes tengan dudas o consultas, o quieran dejar de fumar, pueden comunicarse con el área de Consumos Problemáticos de la Municipalidad de Colonia Caroya, de lunes a viernes de 7 a 14 horas, en el Centro Integrador Comunitario (CIC), de calle 43 esquina España, teléfono 461180
Un lema ambiental
Para este año, la OMS (Organización Mundial de la Salud) anuncia la campaña del Día Mundial Sin Tabaco en torno al tema: «El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente».
La campaña busca sensibilizar sobre el impacto ambiental que tiene el tabaco, desde su cultivo y producción hasta su distribución, sin olvidar los residuos que genera. Se trata de ofrecer a los consumidores de tabaco un motivo más para dejarlo.
La industria tabacalera, cuyas emisiones de gases de efecto invernadero equivalen a 84 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono, contribuye al cambio climático y reduce la resiliencia ante este cambio, además de desperdiciar recursos y dañar los ecosistemas.
Cada año se destruyen unos 3,5 millones de hectáreas de tierras para cultivar tabaco. Este cultivo favorece la deforestación, especialmente en el mundo en desarrollo.
La eliminación de espacios forestales para implantar plantaciones de tabaco deteriora los suelos y merma el rendimiento, esto es, la capacidad de las tierras para sostener el crecimiento de cualquier otro cultivo o planta.
«Las consecuencias ambientales del consumo de tabaco agregan una presión innecesaria sobre los ya escasos recursos y los frágiles ecosistemas de nuestro planeta. Esto resulta especialmente peligroso para los países en desarrollo, pues en ellos se concentra la mayor parte de la producción tabacalera,» declaró el Dr. Ruediger Krech, Director de Promoción de la Salud de la OMS.
La carga ambiental recae en los países que menos preparados están para hacerle frente y los beneficios van a parar a empresas tabacaleras transnacionales que tienen su sede en países de renta alta.
Fuente: https://www.who.int/es/campaigns/world-no-tobacco-day/2022