Las comunidades más pobres de Hong Kong se encuentran sumidas en el caos por la nueva ola de contagios de Covid-19 y sus hospitales colapsaron al punto de que los médicos deban atender a sus pacientes en las calles.
La llegada de la variante ómicron puso en jaque a todo el sistema de salud de esas localidades, que son llamadas por los especialistas sanitarios como “las zonas de fiebre” debido a la alta demanda y a la escases de recursos.
Esta situación extrema se vive a pesar de la abundancia de vacunas provistas por China, pero solo 43% de personas de 70 a 79 años y 26% de más de 80 años fueron inmunizados.
La campaña de vacunación es un fracaso en Hong Kong y, como consecuencia, se padece la saturación del sistema sanitario con la variante ómicron muchísimo más contagiosa.