Tras la denuncia de Soledad Laciar, mamá de Blas Correas, diez efectivos de la Policía de Córdoba fueron apartados de sus cargos, acusados de dejar morir al joven el 6 de agosto de 2020. Cabe destacar que ninguno de ellos forma parte del grupo de 13 policías que son juzgados por el asesinato de Blas.
La decisión fue tomada por el Órgano de Control Disciplinario de las Fuerzas de Seguridad, además de que derivó la investigación a la fiscalía de turnos por la eventual comisión de hechos delictivos, como omisión de auxilio o abandono de persona.
La ayuda que no llegó
Luego de ser baleado a la altura del complejo Pablo Pizzurno, en la avenida Vélez Sársfield, Blas Correas fue trasladado por sus amigos en el Fiat Argo hasta el Sanatorio Aconcagua, donde no recibieron auxilio.
Cuando los jóvenes llevaban a su agonizante amigo hacia el Hospital de Urgencias, efectivos de la Fuerza los interceptaron a la altura de Corrientes y Chacabuco. Las imágenes muestran que ningún policía asistió al joven, sino que se dedicaron a requisar a los amigos de Blas.