Después de maltratarla todo lo que se pudo, de marcar distancias y relativizar su rol, la Vicepresidente de la Nación y Presidenta del Senado, vuelve a resultar una pieza de incalculable valor para el oficialismo.
Victoria Villarruel reunió esta mañana a los principales referentes de los bloques en el Senado con dos objetivos claros: impulsar la agenda del oficialismo y correr el foco de la agenda pública del criptogate, un objetivo titánico, considerando que el tema tiene vida propia.
Se acordó que mañana, a las 12, se abrirá el recinto para tratar la suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) -con grandes chances de obtener luz verde- proyecto que logró hace pocos días la aprobación de Diputados.
Adicionalmente el gobierno espera tratar los proyectos en materia de seguridad: la implementación del juicio en ausencia, la reiterancia delictiva y el conocido como “antimafia”, para combatir el crimen organizado.
El Gobierno presiona a la oposición para avanzar, también, con el nombramiento del juez federal Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema de Justicia, cuyo pliego ya cuenta con dictamen de Comisión.
Su objetivo es tratarlo este viernes, pero no pudo convencer al resto de los espacios políticos, ni siquiera a los más amigables. Se consensuó que esta discusión se retomará mañana, antes de la sesión, para definir si el recinto vuelve a abrirse al final de esta semana por este tema.