De milagro, un colectivo atravesando suelto una de las esquinas más transitadas de la ciudad de Córdoba, no generó una tragedia.
Ocurrió este mediodía cuando una unidad administrada por la firma municipal Tamse se incrustó contra un kiosco, detenido por un poste de alumbrado público y un semáforo, en la intersección de calles Chacabuco e Illia.
El Mercedes Benz chapa patente OCC 814, que hacía el recorrido de la línea 23 había sufrido un desperfecto mecánico, se había detenido 100 metros antes del impacto y circulaba sin pasajeros ni chofer, que se había bajado para pedir el auxilio.
Se trata de un colectivo alquilado a la anterior firma prestataria, ERSA.
Sólo dos mujeres heridas, de 50 y 74 años, respectivamente, debieron ser atendidas, con heridas moderadas. La primera ,con un corte en el labio y la ceja; la de mayor edad, recibió suturas en el cuero cabelludo.
El conductor, un hombre de 35 años, fue imputado debido a la imprudencia por lesiones culposas leves, y durante todo el día se realizaron inspecciones.
Por un lado, con el allanamiento a Tamse y el secuestro para su peritaje, en dependencias de Accidentología Vial. Desde la empresa remarcaron que el vehículo había pasado la inspección técnica recientemente.
La investigación apuntaba a lo que sucedió con los frenos. Puntualmente, certificar si el chofer utilizó correctamente el freno de manos, o sólo se confió del bloqueo automático que funciona con aire.