Al grito de “¿Qué es lo más importante? ¿El arte o el derecho a una alimentación sana y duradera?”, la agrupación Riposte Alimentaire justificó su ataque, con sopa, sobre una de las obras de arte más importantes de la historia.
Dos activistas francesas pertenecientes al colectivo Riposte Alimentaire arrojaron este domingo sopa sobre “La Gioconda”, la obra de Leonardo da Vinci expuesta en el Museo del Louvre (París, Francia). El lienzo original está protegido por un cristal, por lo tanto no sufrió daños.
“La Gioconda”:
Por lo que sucedió en el Museo del Louvre pic.twitter.com/l98OeXMtEP— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) January 28, 2024
Las supuestas activistas, con el argumento de que en Francia una de cada tres personas se salta las comidas por falta de recursos, volvieron a llamar la atención dentro de un museo. La pregunta extendida es si este tipo de recursos se convierten en una protesta válida o, por el contrario, sólo dejan la anécdota del vandalismo.
“¿Qué es lo más importante? ¿El arte o el derecho a una alimentación sana y duradera? Nuestro sistema agrícola está enfermo”, gritó una de las dos activistas que arrojó sopa de color naranja sobre la obra.
Rápidamente pasaron por debajo de las barreras que rodean el cuadro, una secuencia que duró casi dos minutos y fue filmada por las cámaras de seguridad del espacio, según informó la agencia de noticias AFP.
La Joconde, comme notre patrimoine, appartient aux générations futures.
Aucune cause ne peut justifier qu’il soit pris pour cible !
J’adresse tout mon soutien aux personnels du @museeLouvre.
— Rachida Dati ن (@datirachida) January 28, 2024
Empleados del Louvre colocaron varios biombos frente al cuadro para impedir que los asistentes tomaran más imágenes de las activistas, vestidas con unas camisetas en las que se leía “Riposte alimentaire” (“Respuesta alimentaria”).
La organización publicó varios mensajes en X en los que justifica su protesta argumentando que en Francia una de cada tres personas se salta las comidas por falta de recursos, al mismo tiempo que se desechan el 20 por ciento de los alimentos. “Nuestro modelo estigmatiza a los ciudadanos en situación más precaria y no respeta nuestro derecho fundamental a la alimentación”, afirman los activistas.
Rachida Dati, ministra francesa de Cultura, dijo en una publicación en X que “ninguna causa podría justificar que [la Mona Lisa] fuera atacada”. La pintura, conocida en Francia como “La Joconde” por la famosa y enigmática sonrisa del personaje, pertenece, dijo Dati, “como todo nuestro legado a las generaciones futuras”.
🦺 ACTION EN COURS – PARIS
Dimanche 28 janvier. 10h00
2 citoyennes engagées avec la nouvelle campagne Riposte Alimentaire ont aspergé de soupe le tableau “La Joconde” mondialement connu, exposé au Musée du Louvre. [1]#RiposteAlimentaire #A22Network #Joconde #Louvre pic.twitter.com/wfdUhf6K5G
— Riposte Alimentaire (@riposte_alim) January 28, 2024
La Gioconda, también conocida como la Mona Lisa, está considerada una de las obras de arte más popularizada del mundo y se conserva en el Museo del Louvre de París, donde en mayo de 2022 fue objeto de otro acto vandálico cuando le arrojaron una tarta.
De “Las Majas” de Goya en el Museo del Prado de Madrid a “Los Girasoles” de Van Gogh y “La Venus del espejo” de Velázquez en la National Gallery de Londres, son muchas las obras que han sido objeto de ataques en los últimos tiempos, quedando por supuesto todo grabado por smartphones.
París fue escenario de protestas de agricultores en los últimos días. Los manifestantes piden el fin del aumento de los costos del combustible y la simplificación de las regulaciones. El viernes último bloquearon carreteras clave de entrada y salida de la ciudad. En ese marco se inscribe lo ocurrido este domingo en el Louvre.
La obra de Leonardo da Vinci contiene un historial de agresiones: en 1956 un hombre con problemas mentales lanzó una piedra contra el cuadro que rompió el cristal de protección de la obra y provocó el desprendimiento de la capa pictórica a la altura del codo izquierdo de la Mona Lisa. Esos daños, pese a la restauración, aún son visibles.