País.
Los encuentros eran en Obras Públicas. El dueño de Austral pagaba por los certificados de obras.
José López admitió, en una de sus declaraciones ante la justicia, reuniones secretas con Lázaro Báez, en el marco de la causa conocida como los “Cuadernos K“.
Lázaro Báez no figura en ninguno de los cuadernos de Oscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta. Según declaró el mismo López, esto se debe a que “Lázaro se manejaba de forma directa con los Kirchner” y recalcó que Báez no era un empresario más sino que “era del entorno de los Kirchner, de su confianza”.
Para la justicia, el dueño de Austral Construcciones fue favorecido por la expresidenta con 52 contratos viales por 46 mil millones de pesos, según publicó Clarín.
El mecanismo
Cuando Báez iba a la Secretaría de Obras Públicas a reunirse con José López, no se consignaba el ingreso y el egreso, sólo quedaba asentada uno de los dos, ya que el objetivo de esas reuniones, según publicó
Clarín, eran los pagos por parte del empresario K para que le liberen certificados de obras.
Una de sus prioridades de Báez, cada vez que viajaba en su avión privado a Capital Federal, era garantizarse el pago de los certificados de obras correspondientes a licitaciones “plagadas de irregularidades”. Es decir, rutas que no registraban el avance correspondiente y que tuvieron un sobreprecio del 65%, según especificó una pericia de Vialidad Nacional.
Según publicó Clarín, Báez encabezaba un listado que era aprobado previamente por Cristina Kirchner y después enviado al organismo vial, con el cual se daba la orden de pagar en carácter de prioritario a un conjunto de empresas.
Fuente: La Voz del Interior