En junio, Eric Van De Velde (29) atacó a “machetazos” a su familia en barrio Kairós de la ciudad de Córdoba. Su sobrino, Santiago Palacios (12), murió producto de las graves heridas. Tres meses después, la Justicia precisó que el atacante es inimputable.
El peritaje multidisciplinario, llevado adelante por especialistas del Poder Judicial, determinó que Van De Velde no podrá ser juzgado por sus actos. Los resultados aseguran que el atacante padece “alteraciones psicopatológicas compatibles con trastorno psicótico, sin conciencia de enfermedad”.
Los especialistas constataron una “alteración morbosa”, por lo que se considera que al tiempo de los hechos que se investigan, el sujeto “no pudo comprender sus actos ni dirigir sus acciones”.
QUÉ PASARÁ AHORA CON ERIC VAN DE VELDE
Los resultados de las pericias impiden que Eric Van De Velde sea imputado, juzgado o condenado a prisión. Se establecieron factores de riesgo cierto e inminente para sí y para terceros, por lo que se indicó que reúne criterios de internación.
En las próximas horas, el joven será derivado desde el CPA (Centro Psico asistencial de Córdoba), hacia un instituto de salud mental en la ciudad de San Francisco.
LA REACCIÓN DE LA FAMILIA
Vanesa Van de Velde habló con La Voz se mostró reticente a la decisión y detalló que el día del ataque Eric los estaba esperando y los encerró en la casa, con el objetivo de atacarlos.
“No estoy de acuerdo con que lo internen, tiene que estar en la cárcel. Tengo miedo de que se escape de una institución mental y vuelva a atacarnos”, expresó la joven atacada, que aún presenta graves heridas en su rostro y su cuerpo. Vanesa ha solicitado un botón antipánico para resguardar su seguridad.
EL ATAQUE QUE ESTREMECIÓ A BARRIO KAIRÓS
El 11 de junio pasado, cerca del mediodía, Eric atacó con un machete a su madre, Norma Cejas, a su hermana, Vanesa Van de Velde, y a su sobrino de apenas 12 años, Santiago Palacios. Todo ocurrió en la vivienda que los cuatro habitaban en barrio Kairos, al sudeste de la ciudad de Córdoba.
Las mujeres, gravemente heridas, alertaron a los vecinos, que escucharon sus gritos y rompieron las rejas de la casa intentando ayudar. Santiago, el sobrino, alcanzó a ser llevado al Hospital Tránsito Cáceres, donde finalmente murió.
