Donald Trump fue condenado este jueves por falsificar documentos para encubrir el pago a la actriz porno Stephanie Clifford, conocida como Stormy Daniels, con el fin de comprar su silencio antes de las elecciones de 2016.
El jurado de Nueva York dictaminó por unanimidad en los 34 cargos de los que Trump era acusado, siendo así el primer expresidente en ser condenado en un juicio penal.
La sentencia máxima para Trump es de cuatro años, con posibles multas o libertad condicional. Sin embargo, las implicaciones políticas de la condena son aún inciertas, dado que el multimillonario mantiene una campaña para volver a la Casa Blanca después de las elecciones del 5 de noviembre.
¿Qué castigo enfrenta Trump?
La sentencia se dará a conocer el 11 de julio y recae en el juez Juan Merchán. Aunque teóricamente podría enfrentar hasta cuatro años de prisión, es poco probable que se le imponga esa pena, considerando que es su primera condena y que el delito fue no violento.
Es más probable que el castigo incluya multas, libertad condicional o servicio comunitario. Además, Trump puede apelar la sentencia, lo que podría prolongar el proceso durante meses o años.
¿Y las presidenciales?
La condena probablemente no afectará la capacidad de Trump para votar en las elecciones de otoño, ya que puede hacerlo mientras no esté encarcelado. Tampoco impedirá su capacidad legal para postularse para presidente, ya que la constitución de EE. UU. no prohíbe a los delincuentes postularse para cargos públicos.
Sin embargo, el proceso judicial podría afectar su campaña presidencial y plantear preguntas sobre si un presidente electo puede ejercer desde la prisión. Además, Trump no podrá indultarse a sí mismo de esta condena, ya que se trata de un delito de estado y los presidentes no pueden perdonar este tipo de delitos.
La posición del juez
El juez Merchán ha mostrado reticencia a encarcelar a Trump en el pasado, citando preocupaciones logísticas y políticas. Aunque ha castigado a Trump por desacato al tribunal, ha expresado que meterlo en prisión sería un último recurso, dada su posición como expresidente y posible candidato futuro.
El juez ha enfatizado su deber de proteger la dignidad del sistema judicial, pero también ha reconocido las implicaciones más amplias de su decisión, destacando la necesidad de imponer respeto sin perjudicar la estabilidad política del país.