Jesús María
La crisis de la pandemia del Covid-19 no es solo sanitaria. También trajo inconvenientes graves a nivel económico, tanto en el estado y empresas, como como en las familias argentinas que en muchos casos perdieron sus fuente de ingresos por el confinamiento.
Es el caso de aquellas que viven del día a día en las cantinas escolares. Cerradas, sin un horizonte claro para el retorno, la situación es verdaderamente desesperante.
“Yo vivo de esto, invierto muchas horas de la cantina, porque me gusta obviamente, mantengo a mi familia” indicó a Mas Radio, Esteban Gonzales, cantinero de Colonia Caroya.
“El ciclo lectivo es de 9 meses, encontramos un salvavidas con el festival de Jesus Maria, pusimos un kiosco y pudimos sobrevivir estos meses con eso y otros trabajos, pero tuve que dar de baja el monotributo por la deuda con Afip, no pude acceder a créditos y demás” amplió.
En estos días, los cantineros se reunieron para poder trasladar la situación que vive el sector en toda la región. “Creo que vamos a ser los últimos en volver, algunos hemos planteado la situación a los municipios pero el laburante siempre queda para el último, no hay un lazo para el trabajador” cerró.
Foto: ilustrativa internet.